Convocado por la prestigiosa cadena alemana Deutsche Welle, el Lic. Alejandro Laurnagaray de Urquiza, especialista en Geopolítica y Estrategia, brindó una nutrida entrevista sobre la Nueva Carrera Espacial, el incremento del militarismo junto con la aparición de nuevos y diversos armamentos para el ámbito ultraterrestre, la competencia tecnológica y por la colonización de la luna y la evolución de la disciplina Geopolítica hacia el “último terreno elevado”
La Nueva Carrera Espacial: la Luna ya es objeto de disputa y crece el peligro de militarización del espacio
“Desde principios del siglo XXI ha iniciado una nueva competencia en el ámbito ultraterrestre, la que principalmente se libra entre los EEUU y China, pero con un rol relevante también de los actores privados y otras organizaciones, además de países como Rusia, la Unión Europea, y algo más atrás la India, Japón, Israel, Emiratos Árabes Unidos, y otros. Participan grandes compañías tradicionales como Boeing, Lockheed como parte del poder espacial norteamericano, pero pioneros como Elon Musk y Jeff Bezos son de los nuevos actores que juegan un papel destacado”, explicó el Lic. Alejandro Laurnagaray de Urquiza, en entrevista para la cadena de tv alemana Deutsche Welle, en ocasión de un especial sobre la Nueva Carrera Espacial estrenado esta semana en la cadena a nivel global.
En ese sentido, Laurnagaray, detalló que “la carrera espacial no consiste solamente en una competencia por prestigio y tecnología, es una verdadera lucha por el poder, por el control de zonas estratégicas del espacio, por los recursos naturales, en un ambiente donde está en juego la seguridad nacional debido a la alta dependencia humana de las capacidades espaciales. Esto incluye el peligro de la militarización del espacio, el uso y posible control de la órbita terrestre baja, y la competencia por la colonización de la Luna. No es ciencia ficción, hoy los norteamericanos y los chinos desarrollan una estrategia para en el largo plazo componer un verdadero sistema Tierra-Luna, incorporado al sistema internacional, en términos tecnológicos, energéticos, mineros, industrial, logístico, y también turístico. Están acelerando sus planes para ocupar el nuevo ´ecúmene´ lunar en el polo sur, donde se ha encontrado agua. La Luna es llamada también el 8vo continente”.
¿Por qué no se ha vuelto a la Luna con misiones tripuladas desde 1972?
“Bueno, básicamente por las limitaciones tecnológicas y económicas que no permitían planes sustentables. Una vez que los EEUU lograron posar humanos en la Luna, ya había que pensar en hacer redituable ir hacia allí. Vale aclarar que sí han continuado misiones no tripuladas para seguir explorando nuestro satélite natural. En realidad, los planes de colonización siempre estuvieron en la mente de los estrategas espaciales de las grandes potencias, esa es una de las razones por las cuales no apoyaron el Tratado de la Luna, que las limitaría en perseguir sus intereses nacionales. El desarrollo tecnológico de aquella época no hacía posible explotar ni los recursos ni establecer bases permanentes a costos razonables, y no se podrían obtener ganancias significativas. Sumémosle a ello la crisis del petróleo que sacudió a la economía norteamericana y global. Hoy, la historia es diferente, se abarató la tecnología, es más accesible para los grandes y medianos actores, se planifica la explotación privada de recursos lunares y además, como reza uno de las premisas de la Astropolítica, o Geopolítica del Espacio Exterior, la competencia estratégica acelera los desarrollos y programas espaciales, lo que resulta positivo para la actividad en general. En los años ´70 del siglo XX, la URSS había abandonado o pospuesto los planes para llegar a la Luna, y los EEUU también quitaron el pie del acelerador. Fueron varias las razones, nunca es una sola. Pero en el presente siglo, con la aparición de China como gran competidor y con sus propios planes para nuestro satélite natural, vemos la reacción de Washington y ambos encabezan hoy planes, junto a sus socios y aliados, para una verdadera colonización de la Luna, para establecer bases permanentes, explotar los recursos naturales lunares y viajar desde allí a otras partes del espacio, como por ejemplo a Marte”, explicó Laurnagaray de Urquiza.
Con respecto a la Luna, agregó el especialista que “no sólo EEUU y la URSS no respaldaron el Tratado de la Luna, ninguna potencia espacial lo ha firmado, Francia y la India sí, pero nunca lo ratificaron. El tratado especifica que la Luna y sus recursos deben utilizarse en beneficio de toda la humanidad. Bueno, los grandes actores no lo consideran de esa manera, y utilizar la Luna en propio beneficio y para actores privados ha sido y es parte del interés nacional permanente de los EEUU, por eso aquel tratado prácticamente no tiene validez y hoy Washington y Beijing se acusan mutuamente de querer apoderarse de la Luna para beneficio propio. Incluso ambos tienen el temor de que si su contrincante llegase primero, podría complicarle las posibilidades de instalar su propia base”.
La Astropolítica o Geopolítica del Espacio Exterior
Por otro lado, Laurnagaray, como especialista en Geopolítica, explicó que “acompañando el desarrollo tecnológico y la realdad de esta gran competencia entre los diversos actores en el corriente siglo en mar, tierra, aire y espacio exterior, la disciplina Geopolítica también debía evolucionar, y así es que podemos hablar ya de la Astropolítica o Geopolítica del espacio exterior, que ayuda a comprender el ambiente ultraterrestre en términos políticos, estratégicos, económicos y militares”.
“La Astropolítica explica la interrelación entre esos factores, y sirve tanto para actores estatales como privados en vías de planificar las mejores estrategias a seguir en el ´terreno´ espacial, formado por las distintas órbitas, el espectro electromagnético, los pozos de gravedad, los puntos lagrangianos, las rutas de transporte, los cuerpos celestes que existen en el sistema solar, y los abundantes recursos naturales”, señaló el especialista.
El peligro de una mayor militarización del espacio
“Lamentablemente, la militarización del espacio es en parte una realidad. Del mismo modo que en la primera mitad del siglo XX se fueron creando las distintas Fuerzas Aéreas, han comenzado a crearse en el XXI las Fuerzas Espaciales, de las que ya hay 8 nuevas, siendo las de EEUU, China y Rusia las más poderosas. He podido determinar además 7 grupos diferentes de armamentos espaciales, entre misiles balísticos, armas anti-satélite cinéticas, no cinéticas, explosivas, satélites con brazos mecánicos, armas láser, cibernéticas, electrónicas y prototipos de naves espaciales militares ya en funcionamiento, como el X37B de los EEUU”, explicó Laurnagaray de Urquiza.
En ese sentido, señaló que “no hay acuerdo para limitar o detener una carrera de armamentos en el espacio. China y Rusia vienen proponiendo hace años un tratado vinculante al respecto, pero los EEUU se han negado de manera reiterada al no confiar en sus contrincantes, y si los grandes actores no se ponen de acuerdo, no habrá Tratado que valga. EEUU afirmó haber suspendido pruebas de armas antisatélite y llama a los demás a seguir sus pasos. Veremos cómo evoluciona, pero el espacio es un ambiente estratégico en términos militares, ha sido utilizado en los conflictos de cierta envergadura desde hace más de 30 años, la Guerra del golfo de 1991 es considerada la ´primera guerra espacial´, y todas las potencias han asumido esta realidad públicamente: el espacio exterior es un ambiente estratégico para las Fuerzas Armadas. De todo modos, buscar limitar la militarización del ambiente ultraterrestre debe estar entre las prioridades de la comunidad internacional, por el bien y seguridad de la humanidad toda”.
Asimismo, el especialista señaló que “las grandes potencias dependen de sus capacidades espaciales para la seguridad nacional, y si perdieran algunos satélites o éstos fueran dañados, podrían quedar cegados e indefensos ante ataques con misiles enemigos. Dependencia y vulnerabilidad, dos conceptos que las potencias asumen para sí en el ´último terreno elevado´, como se denomina al espacio exterior, ambiente que además ejerce un efecto ´multiplicador de fuerzas´ para un actor que lo use en forma adecuada”.
El rol de los actores privados
Finalmente, el Lic. Laurnagaray de Urquiza se refirió al papel de los actores privados en la era del New Space, y afirmó que “a diferencia de la primera carrera espacial, donde el papel principal y casi exclusivo lo asumían las potencias estatales, en esta nueva competencia se ha diversificado el universo de actores que participan. Si bien los estados motorizan la disputa, y financian diversos emprendimientos, los actores privados juegan un papel cada vez más relevante, así como organizaciones no gubernamentales e incluso universidades tienen algo que decir y hacer”.
“Empresarios como Elon Musk y Jeff Bezos, además de compañías tradicionales como Boeing y Lockheed, tienen un rol crucial. Musk ha tomado la delantera en varios aspectos: ha desarrollado los sistemas de transporte más efectivos y novedosos existentes hasta el momento, entre los que figuran las lanzaderas parcialmente reutilizables y la Starship totalmente reutilizable en etapa de pruebas, lo que son capacidades fundamentales. Además, es pionero en constelaciones de satélites de internet como Starlink. Los competidores de EEUU ya trabajan en proyectos similares”, agregó Laurnagaray.
Y apuntó que “es importante comprender que los actores privados también forman parte del poder espacial de un actor estratégico, y las capacidades espaciales privadas juegan un papel fundamental en términos de defensa y militarismo. Pudimos observar como las capacidades satelitales occidentales han asistido a Ucrania en su guerra con Rusia. Esto se explica muy claramente en la doctrina espacial de los EEUU, que apunta a generar una sinergia público-privada en forma integral”.
La entrevista audiovisual original fue realizada en el mes de abril de 2023, publicada en mayo del 2024 en formato escrito.